jueves, 17 de febrero de 2011

Apostando por la orientación a lo largo de la vida

El elevado índice de abandono prematuro de los estudios es un aspecto que preocupa al mundo educativo y a la sociedad en general. Y no sólo eso; el paro y la situación económica están provocando que muchas personas deban replantearse su situación personal y reconducir su carrera profesional a edades avanzadas. Ante este panorama, los expertos apuntan a la necesidad de la orientación a lo largo de toda la vida para minimizar el fracaso académico, contribuir al éxito personal y profesional, reconducir unos estudios o profesión, etc.

En el monográfico 225 de orientación académica y profesional hemos querido profundizar en los extremos de la orientación: en la etapa de la educación obligatoria (especialmente Primaria) y en la orientación profesional en la edad adulta, ya que la mayoría de acciones de orientación se centran en la secundaria obligatoria, el bachillerato y la Formación Profesional, cuando los jóvenes deben empezar a tomar las primeras decisiones sobre su futuro. Pero, ¿qué ocurre con el resto de etapas? ¿Cuándo debemos empezar a introducir la orientación académica en los centros educativos? ¿Cómo se llevan a cabo las políticas de orientación con personas que llevan muchos años trabajando?

La experiencia orientadora de Educaweb nos hace apostar por la orientación a la largo de toda la vida, sin desvincularla de los procesos formativos, laborales y vitales que rodean a la persona.

La orientación en la Educación Primaria: acción preventiva

Actualmente, el alumnado es el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, basado en la educación integral de la persona. En este contexto, la orientación se convierte en un elemento inherente a la propia educación y en parte integrante de la propuesta curricular. De hecho, la Ley Orgánica 2/ 2006 de 3 de mayo, recoge que"la orientación educativa y profesional de los estudiantes, como un medio necesario para el logro de una formación personalizada, que propicie una educación integral en conocimientos, destrezas y valores".

Muchos expertos consideran importante la intervención preventiva de la orientación en etapas de Educación Primaria, para evitar el fracaso escolar posterior. Precisamente, mejorando el sistema de orientación se reducirían en buena parte las deficiencias estructurales del Modelo Educativo Español. En esta línea, Ernesto Gutiérrez Crespo, presidente de la Asociación de Psicopedagogía de Euskadi, afirma que la orientación constituye un proceso de ayuda y asesoramiento que debe de impregnar todas las etapas educativas y no debiera de entenderse como algo externo al proceso de enseñaza-aprendizaje.

Para Mª Gádor Sánchez Mendías, maestra de Educación Primaria, la orientación integrada en el proceso educativo en Primaria va a permitir: ajustar el currículum a la realidad del centro, prevenir posibles dificultades de aprendizaje y ofrecer ayuda al alumnado desde el punto de vista personal, académico y vocacional.

Pero, ¿cómo planteamos la orientación educativa a edades tempranas? Para Juan David Navarro, maestro interino de la Junta de Andalucía, la clave está en el profesorado y la acción tutorial. 
La acción tutorial o tutoría son aquellas actividades que el docente realiza, paralelamente a la docencia, con el grupo de alumnos que tiene a su cargo. La finalidad de estas actividades es lo que tiene el carácter orientador, alejándose de la línea meramente instructiva, por eso, orientación y tutoría están interrelacionados. Todos los expertos coinciden que la tutoría no debe realizarse de forma aislada, sino que debe estar sujeta a una adecuada planificación y organización. En ella se incluyen líneas de actuación como: favorecer laadaptación del alumnado al contexto escolar; potenciar el desarrollo de hábitos básicos de autonomía; favorecer los aprendizajes instrumentales básicos; contribuir a la compensación de desigualdades, impulsar medidas organizativas que posibiliten la atención a la diversidad y realizar un seguimiento personalizado.

La atención personalizada es fundamental para reducir ciertos aspectos que posteriormente repercutirán en el alumnado, como la falta de autoestima, la falta de hábitos y técnicas de estudio, la desmotivación, etc. Por estas razones, los tutores y tutoras de la etapa de Primaria deben recibir la formación y el apoyo necesarios para realizar una adecuada labor de orientación del alumnado.

Orientación a lo largo de la vida


Los desarrollos tecnológicos y organizativos, la situación económica actual, la crisis del ladrillo… han provocado la creación de nuevas profesiones, la desaparición de otras e importantes cambios en muchos perfiles profesionales, especialmente con la incorporación de las competencias y su acreditación. Estos cambios generan nuevas necesidades formativas y de orientación, especialmente para todas aquellas personas que deben hacer frente a una situación laboral nueva: el desempleo, el cambio de profesión a la edad adulta y la adaptación a las nuevas necesidades del mercado laboral. En este sentido, la orientación profesional no sólo se centra en preparar a las personas para la inserción laboral, también debe guiar en muchos aspectos vitales como preparar para la edad adulta y sus responsabilidades, dotar de competencias y habilidades para hacer frente a diferentes situaciones, etc.

La formación continua y el reciclaje profesional están a la orden del día y nadie cuestiona su importancia, pero hay otro factor importante para hacer frente a la desorientación que conlleva estos cambios: la orientación a lo largo de toda la vida.

Juan Antonio Planas, presidente de la COPOE, destaca que en este contexto, las fases de transición se incrementan. Ya no hablamos sólo del paso de los estudios obligatorios a los estudios superiores o al mercado de trabajo, los orientadores se encuentran con desempleados mayores de 45 años sin estudios, profesionales que quieren reconducir su carrera profesional, personas con másters sin experiencia laboral que deben adecuar sus competencias al mercado de trabajo... Los usuarios que reclaman orientación, sus edades y circunstancias cambian, por eso es necesario impulsar la orientación a lo largo de la vida.

Los expertos señalan que la orientación debe formar parte del mismo proceso educativo desde el inicio hasta su fin (si es que lo tiene), integrado en todos los niveles y ámbitos. Para lograrlo es necesario promover trabajos de investigación, profesionalizar y definir las funciones de los orientadores y convencer a todos los actores sociales de la utilidad del acompañamiento en la toma de decisiones vitales.

Así pues, la orientación debe adaptarse al cambio estructural que ha sufrido nuestra sociedad. Es necesario transformar la organización e intervención orientadora en Primaria y en la edad adulta, entendiendo la orientación en su dimensión vocacional abarcando el proceso de autoconocimiento, información de la oferta formativa, itinerarios académicos y salidas profesionales y facilitando la toma de decisiones y el reciclaje formativo y profesional.

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